Cuando la vida ya no tiene ningun camino a seguir, te sientes perdido.. confuso.. dejas de caminar y frenas los pies observando el abismo que hay frente a ti. A veces, entre esas tinieblas aparece una pequeña luz que vuelve a desaparecer, a aparecer, parpadeando frente a ti. Entonces comienzas a seguirla, quizás esperanzado en que te guíe a otro camino nuevo, o quizás a que te lleve hasta el vacío.
Todo es mucho más fácil cuando otra persona te guía entre la oscuridad, coges su mano y pierdes el temor a tropezar y caer por un barranco, o a encontrarte con seres que puedan hacerte daño. Cuando esa persona aparece, no es consciente de su función para contigo. Pero tú sí lo eres. Y le agarras fuerte, y la otra persona apenas lo aprecia, pero sigue a tu lado, hasta que puedas caminar nuevamente a solas.
Gracias por estar siempre ahí.
No me sueltes..
Hace 2 años
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